El derecho de autor que corresponde a los fitomejoradores se denomina Derecho de Obtentor, y es el medio por el cual los Estados les garantizan a los creadores que sus obtenciones no serán reproducidas, usadas o vendidas libremente. Este derecho no protege plantas individuales o partes de plantas, sino la variedad vegetal, porque en ella se expresa la información genética mejorada.
Es por esta razón que un mercado legal de semillas forja nuestro propio futuro, porque solo respetando los derechos de propiedad intelectual lograremos la continuidad de las inversiones en las mejoras genéticas y biotecnológicas que harán a nuestros campos más productivos y más competitivos.
Sacrificar la innovación para ahorrar costos es como parar el reloj para ahorrar tiempo.