Cada 6 de agosto celebramos en Argentina el Día del Ingeniero Agrónomo, del Médico Veterinario y de la Enseñanza Agropecuaria, una efeméride que pone en valor a quienes, desde el conocimiento, la investigación y el trabajo de campo, impulsan el desarrollo del país.
El origen se remonta al 6 de agosto de 1883, cuando abrió sus puertas el Instituto Agronómico y Veterinario de Santa Catalina, en una estancia de la localidad de Llavallol, actual partido de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Este fue el primer establecimiento de estudios superiores en materia agropecuaria y veterinaria en nuestro país. Este hito marcó el inicio formal de la enseñanza aplicada al agro.
Años más tarde, en 1890, el Instituto se trasladó a la ciudad de La Plata, consolidándose como Facultad de Agronomía y Veterinaria, semilla de lo que hoy es la Universidad Nacional de La Plata.
En reconocimiento a ese punto de partida, en 1959 se instauró oficialmente el Día de la Enseñanza Agropecuaria, y con él, la celebración a dos profesiones que han acompañado el crecimiento de nuestro país: la ingeniería agronómica y la medicina veterinaria.
Desde el aula hasta el campo, su labor contribuye a la seguridad alimentaria, la sostenibilidad de los sistemas productivos y el bienestar de la sociedad.
¡Feliz día del Ingeniero Agrónomo, del Médico Veterinario y de la Enseñanza Agropecuaria!